domingo, 12 de agosto de 2007

El que de aquellos.

Omar... el papa prematuro, que siempre tiene un consejo, o una solución, o en el mejor de los casos un buen plan, el Ego mas grande que he conocido tan grande que opaca la arrogancia y el egocentrismo, humilde y siempre centrado en lo que quiere, una persona que merece todas las admiraciones, un gran amigo.

Julián… el que siempre deja aflorar sus sentimientos sin represión alguna sin temor a quedar descubierto ante los demás, un corazón expresivo que con el trabajo de sus manos y la pureza de su alma plasma con trazos y colores los anhelos de aquel que quiere ser feliz, un gran amigo.

Pablo… el tímido silencio que no se calla nada, que cuenta lo que escucha y pocas veces lo que siente, caminante y soñador, elocuente conversador que al faltar tema, discos volando, samuráis, o nostálgicos recuerdos siempre estarán, tiene la suerte de vivir lo que casi a nadie le pasa, un chiste, un gran amigo.

David… la sonrisa que contagia y el comentario que sonroja, picaflor enamorado que le hace a lo que sea pero que no esta con cualquiera, el tumbao que se envidia y la elocuencia que cautiva, la sabiduría de Titiribí, presente en los adagios siempre oportunos, navegante de sueños, un gran amigo.

Santiago… el niño grande, que no sabe que hacer con tantos juguetes, la vibra que tranquiliza, y los problemas de quien escucha, el café que cuenta todo en la fría mañana de un día, el cariño desmedido que sobre pasa las barrearas del heterosexualismo, un esclavo de la vida que le quita tiempo al sueño, la muerte que libera, un gran amigo.

Yo… soy una feliz porquería.


Para BACAB
Por: Renzo David Sánchez
E.D.I Universidad Nacional
Occidente

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