jueves, 28 de junio de 2007

Edouart Manet: luz y sombra

“La concisión en el arte es una necesidad y una elegancia… En una figura hay que buscar la gran luz y la gran sombra; el resto vendrá naturalmente.” Asi comentó alguna vez este hombre nacido en Paris hacia 1832 y precursor del impresionismo, para quien la belleza de un cuadro dependía de la naturalidad de este. Y precisamente buscando retratar las cosas cotidianas y existentes se encontró con la gran importancia del manejo de la luz y por consiguiente de la sombra.

Observando un cuadro como Olympia, encontramos que la grandeza de la obra se remite a la naturalidad de las expresiones y las posturas de las modelos. Este efecto de naturalidad se da gracias al manejo magistral de las zonas claras y oscuras del cuadro. En los cuadros de la primera etapa de su vida como pintor, encontramos las bases de la fotografía moderna artística y de producto, en la que saber manejar los contrastes es primordial para obtener una buena toma.

¿Qué hace el manejo de la luz y la sombra en los cuadros? Primero, dan una sensación de volumen, de tridimensionalidad gracias a que cada cuerpo genera un tipo especial de sombra; en segundo lugar, permite resaltar y ocultar zonas dentro de la imagen, dando un orden y definiendo prioridades dentro de la escena; y en ultimo lugar, le da un toque de drama y melancolía que no se puede generar mediante otro medio. Por estas tres razones, debemos tener en cuenta el factor luz y sombra dentro de nuestros proximos diseños, para darle un plus, o para explotar el máximo del potencial de cada cuerpo, forma y detalle; para rescatar las zonas claras y oscuras y no dejar esos detalles al azar sino, por que no, hacer de este uno de los principales problemas de nuestros diseños.


Para BACAB
Por : Omar Angel
E.D.I Universidad de los Andes
Norte

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