domingo, 24 de junio de 2007

Una jota Amarilla

Acababa de cumplirse la segunda década del siglo XX, Colombia comenzaba a tener algunos brotes de crisis económica bajo la presidencia del Doctor Marco Fidel Suárez, quien un año más tarde presentaría su renuncia por la presión ejercida por parte del congreso de la república, no obstante no pretendo hacer una panorámica muy amplia del porvenir económico y político del país para aquella época, por el contrario, quiero mostrarles el gran crecimiento que tuvo una empresa fundada en aquellos años, y cómo después de tanto tiempo uno de sus productos llega a ser inherente a la memoria de millones de colombianos.

El doce de de abril de 1920 se funda en la ciudad de Medellín, la Compañía de Chocolates la Cruz Roja, que más tarde, al adquirir a dos empresas que para la época representaban la competencia se convertiría en lo que es hoy la Compañía Nacional de Chocolates, con un logo que inspira años anteriores, muy sencillo y con la aplicación de la técnica Stencil logra posicionarse como uno de las marcas más reconocidas dentro de nuestro país, además de tener gran parte del monopolio. Es curioso ver el crecimiento de ésta empresa, pues, aunque la demanda de los productos chocolates aumentara, no siempre pudieron complacer toda la demanda que estaban generando, ya que la materia prima era escasa, provenientes de Brasil, Sudáfrica y Costa Rica, a pesar de todas estas peripecias, el chocolate como bebida llega a ser muy bien acogida en aquel entonces.
Pasada la mitad del siglo XX, se lanza un nuevo producto, que para mi llega a ser uno de los más emblemáticos de la compañía, es el lanzamiento de la chocolatina Jet, la cual si se estudia detenidamente llega a considerarse como una rama misma de la compañía y no como una parte de la misma, al adquirir esta connotación de división, su imagen llega a ser mucho más opulenta, y es que después de todo: ¿quién no reconoce a la tipografía Jet? Quién podría decir que no es provocado de chocolate al ver esa J gruesa de color amarillo contrastada con ese azul intenso, la cual marcará a todos los productos de su familia. Pero el inicio de tal producto no concluye ahí, la chocolatina Jet fue potenciada por el lanzamiento a la par de la colección de varios álbumes, pero sólo uno de ellos tuvo gran acogida por la población colombiana de ese entonces, que es el que ahora conocemos como Álbum de Historia Natural. También hay que recalcar el hecho que ésta Chocolatina fue la primera fabricada de forma industrial en el país, incluso podría llegar a suponer, que el éxito de algún producto también puede verse soliviantado al ser invasor de una cultura, no es necesario que el producto sea realmente bueno, al estar en cada lugar al que visitamos, terminamos por consumirlo, sin embargo no considero que éste sea el caso, pues en mi casa tengo tres álbumes de Historia Natural, y aquellas chocolatinas llegan a ser del cotidiano de muchas personas que son cercanas a mi, podría llegar a proponerse que una tienda no sería una tienda si en sus estantes no se consiguen las pequeñas Jet, o que un hogar estaría incompleto si en algún lugar de su biblioteca no se encuentra un álbum a medio llenar, o que siempre habrá un vacío extraño en las billeteras si no se encuentra una de éstas “monitas”, o que la vida de un colombiano, o que el amor de una pareja colombiana en algún momento fue alimentada por el dulce procesado del cacao, o que la vida de un colombiano (aunque exagere) no llegaría a ser completamente dulce si en algún momento de su vida no comió una emblemática chocolatina jet.

Para BacaB
Por E.D.I. Santiago Valles Kurmen

No hay comentarios: